Desde que la conozco lo pienso, y creo que seguiré pensando igual con el tiempo: de mayor quiero ser como ella.
Mari Carmen representa, en algunos aspectos, un modelo de mujer que yo envidio, porque posee cualidades que yo no tengo, y que creo no ser capaz de alcanzar. Me admira que sea capaz de hacer parapente, o montar en globo; que tenga una visión tan positiva de la vida. Que sonría y dé calorcito del bueno cuando en más de una ocasión está triste; que lleve para delante taantas cosas, como madre, esposa, abuela y además pueda hacer francés, escritura, taichi,...
Es fuerte, o aparenta serlo.
Alegre, viva, con unos ojos juguetones y brillantes, que cuentan de ella más de lo que ella cree.
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Cuenta, cuenta...