jueves, 10 de octubre de 2013

Año 2053

Estoy en ese estado en el que no sabes qué día es, que digo día, ni semana, ni mes, ni nada; tengo que reconocer que soy muy dormilona. En esas estoy, cuando consigo abrir los ojos, hace frio, mucho frio o por lo menos yo lo tengo, busco mis zapatillas y la bata, pero la ropa que veo no es mía, me asusto un montón, miro a mi alrededor y no reconozco el sitio donde me encuentro, ni mi dormitorio, ni mi cama;  me entra pánico, llamo a mi madre para preguntarle qué pasa, me levanto y en el espejo de una tocadora que no es mía, veo a una mujer que no soy yo. Qué horror. Yo tengo 20 años, tengo que ir a trabajar al Ministerio, estamos en época de mucho trabajo, hay varios Convenio Colectivos, tengo que tener los papeles ordenados en sus carpetas para que los firme D. Jesús,  el Director de Trabajo.
Quiero ir al cuarto de baño a arreglarme, pero me doy cuenta que me duele la espalda, que tengo canas, que tengo arrugas. ¡Dios mío!, que ha pasado, no lo entiendo,  me parece cosa de brujería, porque no es posible que te acuestes con 20 años y te levantes con 68 es una pesadilla, ¿donde están los años que faltan?, ¿como los he vivido?, ¿qué clase de vida habré tenido?.
Decido meterme en la cama a dormir otra vez y que sea lo que Dios quiera.  

CUENTO COMICO
Para la edad que tengo, 108 años estoy bastante bien, ya no puedo andar deprisa, arrastro los pies, pero me niego al bastón y mucho menos el andador. Ver, veo poco, por no decir casi nada, pero ahora hay unas gotas que te las pones por la mañana y te aclaran bastante la visión, pero claro al día siguiente tienes que repetir la operación, esto es bueno, así estas entretenida.
La vida ha cambiado muchísimo, ahora a todos los vejestorios estamos todos juntos, pero no  son los antiguos asilos, sino casitas pequeñas, nos traen de comer y eso sí, los hijos, nietos o biznietos por Ley tienen que venir a darnos der comer cada día uno, se lo pagan como si estuvieran trabajando.
Tenemos nuestras reuniones en el jardín o en el salón, jugamos, hacemos ejercicio físico, nadamos, pilates y nos dan las medicinas que necesitamos. Nos ponen un rato la tele, elegimos votando lo que quieres ver al día siguiente y eso vemos, sino te gusta, te pones a leer y hacer tertulia con otros compañeros.
Hay también amores tardíos, son comprensibles, se está muy solo y si no tienes costumbre, se pasa mal; son entrañables, cojiditos de la mano, parecen adolescente.
Bueno, pues todo esto que he escrito es mentira podrida, me he quedado con todos vosotros, vete tú a saber, primero llegar a esa edad y después que todo esté tan ordenado y reglado. Es pura fantasía.



TESTAMENTO

No sé la vida que habrá cuando no esté por aquí, desearía que los que hemos pasado por el mundo, hayamos dejado alguna cosa buena, siendo objetiva, poquitas cosas, pero hay que ser optimista y ver el vaso medio lleno.
Mi yo personal, espera dejar un buen recuerdo en los que han compartido mi vida, en pequeñas o en grandes parcelas.
En las pequeñas, no creo que haya hecho daño a nadie a sabiendas, quizás sin querer o por no pensar bien lo dicho o hecho en algún momento. Espero que sean benevolentes conmigo.
En las grandes parcelas, o sea los que están directamente ligados a mí, por amistad o por parentesco, ahí la cosa es más complicada, ya que no son solo palabras o hechos, sino malos ejemplos  realizados por mí, no quisiera que alguno de ellos, llevara a alguien querido a cometer algún error irreparable.
A mis hijos siempre les he dejado libertad a la hora de tomar decisiones, en algunas han acertado y en otros no, de todas formas, en estas última he tratado de estar a su lado queriéndoles mucho.
Desearía que me vean cuando me muera, como alguien que ha intentado ser coherente consigo misma y sobre todo que he querido mucho a la gente de la que he tenido la suerte de tener cerca.
CARMEN



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuenta, cuenta...