Ahora paso a recordar el único momento triste y que me hace
sentir mal, porque no fui buena, ni generosa, es un hecho que jamás he contado
a nadie, pero que a lo largo de los años no he podido olvidar.
Os he explicado que una amiga y
compañera murió, yo tenía menos de 10 años, porque con 10 se hacía el Ingreso y estaba en el colegio de
mi barrio donde lo prepare, fue un mazazo, no asimile, ver a mi amiga muerta,
vestida con el traje de comunión en el ataúd. Mi madre no se enteró, me llevó
el colegio. Se llamaba Mary Carmen, era preciosa, con el pelo rubio, rizado y
los ojos azules, muy alta y siempre estaba riendo. No entendí que de un día
para otro se pudiera morir y así fue, nos dijeron que de un corte de digestión, ahora me suena
un poco raro.
Pero el hecho que me hace sentir
mal, fue que dentro del ataúd habían metido sus cosas, entre ellas tebeos que
yo le había dejado. Me callé, pero no me gustó nada. Fui egoísta y mezquina,
antepuse durante un instante una cosa tan simple y superficial a la pena de la
muerte de mi amiga. Lamentable.
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