jueves, 10 de octubre de 2013

Carta de amor

Amado mío:

Lo que voy a escribir, no es propiamente una carta de amor, puesto que tu nunca la leerás; son sensaciones sentidas por mí en otro tiempo y que no supe apreciar y mucho memos comunicártelas.
Me sentía llena de amor, loca por que llegara la hora de verte, de sentir tu voz tan aterciopelada, tus ojos color de miel, profundos y sosegados y tus besos ¡Dios mío!, dulces, nunca con prisas, ni bruscos; me abrazabas con tanto amor que me sentía levitar, era misticismo lo que experimentaba en todo mi cuerpo, me llenaba de ti.
Cuando me iba a casa estaba impregnada de tu olor, en cada sitio que me habías acariciado olía a ti, era como el aire que respiraba, fresco y maravilloso.
¡Estábamos tan enamorados! Todo era bonito y maravilloso.
 Por más vuelta que he dado a todo, no sé como pudo acabar, pero acabó.
A lo largo de los años con la perspectiva que da el tiempo, pienso que éramos demasiado jóvenes, tan inexpertos, tan inmaduros, cuando lo recuerdo se me pone cara de boba, no te das cuenta de lo que estas experimentando, de que ya no volverá a ocurrir nunca más en tu vida, te enamoraras otras veces, pero nunca como la primera vez.
De todas formas, aunque tú nunca lo puedas llegar a saber, te llevo en mi corazón y siempre te llevaré

MARY CARMEN

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuenta, cuenta...