-- Por favor ¡basta ya de inseguridad y sentimientos de culpa! Llevo años diciéndolo y, no sólo nunca me hiciste caso sino que incluso, llegaste de forma injusta, a ocultarme y silenciarme.
-- Sabes perfectamente porqué lo hacía: No podía, no era capaz de enfrentarme sola a todo lo que me rodeaba. Nadie lo hubiera entendido, empezando por mis padres .
--Sí pero, estarás de acuerdo en que cada día que pasaba era peor, todo se iba complicando...
-- Para ti todo es fácil pero quien daba la cara era yo.
-- ¡Eres idiota como siempre! Si eras tu quien daba la cara es porque nunca quisiste que lo hiciera yo. Y bien que lo pedía...
--¡ Que fácil y sencillo lo ves todo ! La realidad es que todo era y es, tan contradictorio que saber qué hacer y tener la valentía de afrontarlo nos ha llevado toda la vida. Y ¿ a quien tratas de engañar presumiendo ahora de seguridad y de tenerlo claro, o es que no nos conocemos?
--¡ Bah ! Siempre fuiste cobarde, no lo niegues. y, fíjate ahora la situación en la que estamos, marido, niños... ¡Uf!
--Pues sí pero, es ahora y no antes, cuando soy consciente de que sólo hay una salida pero ¡ es asfixiante ! No sé cómo soportar la angustia que me está produciendo.
-- Bueno, tranquilízate. Hemos tomado finalmente la decisión y ya no hay marcha atrás. La cuestión es cómo y por quien empezar, Enrique, los niños...
-- Enrique no me preocupa, a fin de cuentas llevamos ya tantos años de distanciamiento que, muchas veces creo que sabe lo que realmente ocurre. Lo peor será con los niños.
--Seguro que ellos lo comprenderán y lo acabaran aceptando porque se impondrá el cariño a cualquier otra consideración. Desde luego hay que esperar que, en principio, las reacciones serán de no creérselo y rechazarlo pero, poco a poco ya verás...
--Ya, sí pero, como es habitual tendré que ser yo sola la que afronte el mal momento.
-- Bueno, que quieres que te diga, recuerda lo que nos dijo la siquiatra: “trastorno de identidad disociativo de personalidad múltiple”. Y que eras tu la “visible” y yo la “oculta”.
-- Bien, estoy decidida y dispuesta. La cuestión es ¿cómo lo hago, hacemos?
Juan Carlos Marzo2013
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