Mi nacimiento: tarde del 30 de
noviembre de 1945.
¡¡¡Huy...!!!
qué bien estoy, qué calentito se está aquí dentro. Llevo mucho tiempo en este
sitio, no sé cuánto, porque lo del tiempo no lo tengo muy claro. Lo que si sé
es que antes esto era más grande, me movia más, iba de un lado para otro,
siempre flotando y jugando. Había una especie de cuerda suave y fuerte y la cogía para colgarme de ella y
balancearme; era una sensación agradable y divertida.
Ahora
como el sitio se ha hecho más pequeño, casi no me puedo mover ni jugar, pero no
importa , porque he descubierto que puedo pensar, y eso es estupendo porque
para eso no necesito espacio.
Así, he
averiguado que tengo una cosa que se llama cuerpo.¡¡Uf!! qué entretenido, creo
que será magnífico conocerlo por dentro y por fuera y siempre habrá cosas por
descubrir.
Estoy
pensando que debe haber otro sitio que no sea tan estrecho. Intento moverme una
y otra vez para ver si puedo estirarme un poco. Pasa tiempo, sigo intentandolo
y no consigo nada.
De
pronto empiezo a sentir como una fuerza rara, algo que me empuja a no sé
dónde..... voy.... voy …. voy... PLUFF!!!! (1 de diciembre 5 de la tarde) .....
Esto es otro sitio.... me cogen, me manosean y oigo que dicen: ya ha nacido, es
una niña!!!.Ea, pues lo que ha pasado es
que he nacido y soy una niña. ¡VALE!.
Otra
cosa nueva para mí. Ya no estoy flotando, tengo que hacer cosas nuevas con mi
cuerpo: respiro y suena como un ruido
que se llama llanto; creo que esto sirve como aviso a todo el mundo de
que he llegado.
Este
sitio es más grande y me puedo mover y estirarme más. Me meten en unliquido
calentito pero no es como el de antes,
este se llama agua y me bañan. Luego me ponen cosas alrededor del cuerpo... Cuántas
cosa estoy aprendiendo, baño, vestido, respirar, llorar....
Ahora me cogen unos y otros: el
médico, la matrona , mi padre, mi madre,mi tio Juan...
Soy
la primera y por lo visto todos esperaban con ilusión y alegría a que llegara:
dicen que soy preciosa... qué cabecita más redonda y que gordita está. Mira
mira, tiene las manos preciosas y las orejitas muy pegaditas...
De
pronto, otros brazos, otro beso.... pero qué brazos y qué beso...
Siento los latidos de un corazón
diferente al que estaba acostumbrada: es mi abuela.
Los latidos de ese corazón me
acompañarán y serán mi guía durante toda la vida que acabo de empezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cuenta, cuenta...