viernes, 31 de mayo de 2013

De mayor quiero ser...

                   Yo queria ser muchas cosas... A cada rato, no sé la medida del tiempo, quería ser una cosa difernte.
         Lo que sí he tenido siempre claro, es que no me gustan las metas. Me dá la sensación ,que es pararse, acabar con algo que se empezó, y creo que siempre se puede seguir haciendo más y más y yn poner punto y final. No me ha gustado, no me gusta y no me gustará.
         Tuve un tiempo, al principio de lo que recuerdo, que queria ser bailarina de ballet clásico. Había visto muchas representaciones, y naturalmente yo quería ser eso. Me montaba yo sola las coreografías al son de la música. La que más me gustaba era el vals de El Murciélago de Strauss. Era magnífico: yo era la figura principal, la primera bailarina, y entraban y salían por distintoa foros, las bailarinas del coro, haciendo miles de piruetas a mi alrededor... En esa época ví una película que se llamaba “Las zapatillas rojas”, me impactó tanto que nunca la olvidé y hace poco la encontré en Internet y la tengo como un talismán.
         Todo eso pasó. Fuí creciendo y mis gustos tambien. Pensé que lo que realmente a mí me gustaba,era ser piloto de aviación y además paracaidista. L a sensación de volar, de estar libre de todo, sigo teniendola. He suplido ese deseo el año pasado con un vuelo en parapente con motor, que me regalaron una de mis hijas y su marido. Otro regalo de éste año, ha sido sobrevolar la Ruta sel Agua en avioneta. Menos emocionante que el parapente, pero con todo esto, algo se me ha pasado el gusanillo.
         También quise ser motera. Las motos me han gustado toda mi vida, y me siguen gustando a pesar de mis años. Desde la Vespa a la Harley. Soñaba con una moto grande, ligera de equipaje, y el mundo por delante. Por supuesto sola y sin ningún tipo de ataduras ni de responsabilidades.
         Algo se cumplió de éste deseo, ya que uno de mis yernos, Justo, tiene una moto grande, y alguna vez en primavera, saliendo tempranito, hemos ido a la Sierra de Huelva a desayunar y a pasear por esas carreteras. Siento en la moto una gran sesación de libertad.
         Otra de las cosas que quise ser: médico. Tenía una curiosidad enorme  de saber cómo éramos por dentro. Lo solucioné matriculándome en  Anatomia en la Facultad de Medicina de Sevilla. Me impactó tanto que decidí donar mi cuerpo al Departamentode Anatomía. Conseguí hacerlo hace algunos años.
         La vida me llevó por otros caminos. Sí cumplí el deseo que para mí estaba en la base de todos: quería ser como mi abuela.Ella era mi referente, mi refugio; su cultura, su forma de ver la vida, su amplitud de miras su cariño...todo eso y más estaba en mi subconsciente y he intentado poner en práctica todos esos conocimientos y sentimientos.

         Lo estoy haciendo con mis seis nietos. Aquí si que es verdad que no hay metas...

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