Coger
lápiz y papel, o un teclado, y convertir los sentimientos en palabras
es para muchos un alivio emocional. Sin embargo, la escritura va más
allá de lo puramente emocional. Un reciente estudio de la Universidad de
Auckland (Nueva Zelanda) ha comprobado que escribir ayuda también a la
cicatrización de las heridas físicas.
Elizabeth
Broadbent, psicóloga del departamento de medicina que ha dirigido el
estudio ‘Escritura expresiva y curación de heridas en personas mayores’,
publicado en el número de julio de Psychosomatic Medicine, asegura que
escribir sobre cosas tristes o sentimientos profundos de uno mismo ayuda
a acelerar la cicatrización las heridas.
Como recoge este artículo publicado en http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/07/31/actualidad/1375306460_460795.html,
en
esta investigación han participado adultos de 64 a 97 años. A los 49
participantes se les hizo una biopsia que dejó una herida en sus brazos,
se les pidió que escribieran durante 20 minutos al día y cada cuatro o
cinco días, los investigadores fotografiaron sus lesiones hasta que
curaron. Una mitad relataba en un papel sus pensamientos, experiencias
traumáticas y emociones, y la otra escribía sobre sus planes del día
evitando mencionar aspectos sentimentales. A los once días, un 76,2% de
integrantes del primer grupo ya había curado la herida, frente al 42,1%
del segundo. La explicación a este fenómeno es que “el estrés y la
depresión están relacionados con una curación de las heridas más lenta”,
dice el informe.
El artículo de elpais.com recoge
el resultado de otras investigaciones que relacionan directamente la
escritura con las emociones, así como algunos consejos para la escritura
terapéutica del profesor James W. Pennebaker, experto en la escritura
expresiva.
http://www.launiversidademocional.com/public/la_verdad/la_verdad.php?id=4
http://www.launiversidademocional.com/public/la_verdad/la_verdad.php?id=4
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